Seguramente en alguna oportunidad nos hemos encontrado ante la situación de sostener una conversación difícil sin perder la calma, la serenidad, la compostura...
A continuación proponemos una breve guía para ser aplicada en ocasión de enfrentarnos con una conversación difícil, una confrontación o una negociación.
• Compartir los hechos observables
• Los hechos no generan controversia, si son verdaderos pueden consensuarse y partir de una coincidencia
• Nunca empezar con las historias. (Opiniones / interpretaciones/ juicios)
• Si comienzas por tus conclusiones y no tienes pruebas para sostenerlas, el otro alegara sus razones como defensa, y la conversación se desviará hacia un conflicto adicional, discutiendo por tener la razón.
• Recopila y comunica los hechos de manera objetiva
• Una vez que informaste los hechos, exponé tu historia sin imponerla como si fuese "la verdad" (Recordar que se expone la realidad, no se impone una verdad)
• Detecta mientras estás exponiendo si la otra persona empieza a ponerse a la defensiva. Si es así, interrumpe tu argumentación, aclara que es lo que no pretendes decir y luego qué es lo que si pretendes decir. No tienes que disculparte por tu visión de la historia. Es sólo tu visión y es solamente tuya
• Una vez que hayas compartido tu información y posibles conclusiones, pedí a la otra persona que haga lo mismo. Demostrarás humildad y deseo de comprender su posición y evitarás que se cierre el diálogo
• Habla apropiándote de lo que decís. (Primera persona. Usa un lenguaje tentativo no determinante. En vez de "aquí lo que pasa es..." por "En mi opinión ..., me preguntaba porque..., quizás no te diste cuenta que...".
• No hables en términos absolutos. Eso disminuye tu influencia, porque al enfrentarte a opiniones opuestas, cuanto más tajante seas en tu expresión, más resistencia al cambio encontrarás.
• Animá al otro a hablar y poné a prueba tu escucha. Invita a hablar a tu interlocutor, de modo que realmente tenga claro que querés escuchar sinceramente, por muy opuestas que sean las posiciones. (Ejemplo: ¿Lo ves de otra forma? ¿Me estoy perdiendo de algo..? Hay algo que yo no estoy viendo…? Quisiera escuchar tu versión….)
• Si te das cuenta de una escalada de tensión o violencia, hacé una pausa y retírate diciendo: "En este nivel de tensión prefiero no continuar la conversación" o "no estoy en condiciones de continuar ahora"
• Dicho así; no es una evitación de la situación sino, una pausa para recomponer la relación (principalmente con uno mismo)
• Prepárate emocional y conceptualmente para la próxima conversación. Evalua lo que sucedió y piensa que podría variar para que el resultado cambie
• Recorda que la asertividad no garantiza tus resultados objetivos, pero sí garantiza el proceso de entrenarte para mejorar tus habilidades comunicacionales mejorando tu vida personal y laboral